8 jun 2013

*Vida*

Caminas por la calle, miras los rostros de la gente, los observas, esos pasajeros sin maletas que caminan ensimismados en sus propios pensamientos. Almas atormentadas, felices, risueñas, melancólicas, espejos rotos y vueltos a construir.
Te das cuenta, que la vida no se detiene por nada ni por nadie, implacable, que no te espera a la vuelta de una esquina, sino que sucede cada día, minuto a minuto, y hora tras hora.
Y no reparamos en que la vida hay que vivirla, no imaginarla. La hora en que aprendamos a aceptarnos a nosotros mismos, aprenderemos a querernos y a querer a los demás.
Tenemos que perder el miedo a cometer errores, ya que de ellos se aprenden las mejores lecciones. A no perdernos en explicaciones y justificaciones tontas, ya que cuando se habla desde el cariño y el respeto, todo lo demás sobra.
Vivir, solo eso, tan simple y sencillo, disfrutar de cuanto nos rodea, de la familia, de los buenos amigos, de una puesta de sol, de la lluvia, de una noche de verano.
Vivir, solo eso.....